Ondas gravitacionales, el descubrimiento científico más importante de 2016

La prestigiosa revista científica Science ha publicado, como cada final de año, la lista de los  diez descubrimientos y avances científicos más importantes que se han producido en 2016.

Son avances con muy poco en común entre ellos y que abarcan varias áreas de conocimiento, desde las Antiguas Migraciones en África hasta la Inteligencia Artificial, pasando por Nuevos Descubrimientos en el Tratamiento del Alzheimer. A la cabeza de la lista, se encuentra el que han considerado el más importante de todos: la detección de las Ondas Gravitacionales. Según los propios investigadores que han conseguido comprobar su existencia, a partir de ahora comienza una forma diferente de mirar el Universo, una nueva era en la astronomía.

Realmente, el descubrimiento se ha hecho de rogar. La posibilidad de su existencia fue ya objeto de publicaciones en la misma revista allá por los años cincuenta, apareciendo en varias ocasiones a lo largo de todo este tiempo. Esto lo convierte en más importante, si cabe, por esperado.

Tierra en el espacio-tiempoPero, ¿qué son las ondas gravitacionales? Para entenderlo un poco, tenemos que entender qué es la gravedad . Todos los objetos en el Universo tienen gravedad, es la fuerza que los mantiene en movimiento y la misma que nos permite estar de pie en la Tierra. Pues bien, si imaginamos el Universo como una gran cuadrícula, cada uno de los objetos que se encuentran en él la deformaría por la gravedad. Imaginad una cama elástica a la que lanzamos pelotas de diferente tamaño y peso.

Si sucediera un evento cualquiera en esa cuadrícula, (un choque, por ejemplo), se producirían deformaciones en forma de ondas que se extenderían. Como cuando tiras una piedra al agua y forma ondas concéntricas que van, poco a poco, alejándose del lugar del impacto. Eso, pero en el espacio, son las ondas gravitacionales, vibraciones en el espacio-tiempo, que es el «material» del que está hecho el Universo.

ondas concentricasLa siguiente pregunta podría ser ¿por qué hemos tardado tanto en detectarlas y asegurar su existencia? Pues, porque – al igual que las ondas del agua – las gravitacionales, al extenderse, van debilitándose y al llegar a la Tierra son demasiado pequeñas. Como en otras áreas, el avance tecnológico ha ayudado bastante. Los investigadores, para detectarlas, han construido un edificio (llamado LIGO) del que salen dos brazos con exactamente 4 Kms cada uno. Cuando llega una onda gravitacional, uno de los brazos se hace más largo y otro más corto, por la deformación que produce. Pero, no penséis que es fácil. Uno de los brazos medirá 3,999999999999999999999 km y el otro 4,000000000000000000001 km, como véis, medir la diferencia no es nada fácil…

 

Fuentes:

www.principiamarsupia.com/2016/02/11/como-explicarle-a-atu-abuela-las-ondas-gravitacionales/

www.sciencenews.org/article/gravitational-waves-top-science-stories-2016?mode=pick&context=175

 

 

 

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