Los exosomas son vesículas muy pequeñas que son secretadas por todas las células. Su existencia se conocía desde hace ya más 30 años, pero durante mucho tiempo se pensaba que sólo eran una especie de contenedores de los desperdicios celulares. En los últimos años, se ha encontrado que también actúan como mensajeros, llevando información clave a tejidos lejanos en el cuerpo, en los que pueden alterar su fisiología.
El interior de estas vesículas contienen lípidos, ARN mensajero y proteínas específicas que son transportadas de unas células a otras. Más aún, se ha encontrado que también contienen microARN, una especie de material genético, que puede modificar específicamente la expresión de algunas proteínas.
Se han encontrado en todos los fluidos (sangre, saliva, orina, leche materna o líquido cefalorraquídeo) y tienen un tremendo potencial para el desarrollo de marcadores biológicos de enfermedades. Aún se están descubriendo nuevas funciones para estas microvesículas. El Instituto Nacional de la Salud (NIH) de USA tiene previsto destinar más de 130 millones de dólares en investigación relacionada con los exosomas a partir del año 2013. Así mismo, muchas compañias biomédicas están invirtiendo en el desarrollo de métodos de diagnóstico basados en exosomas, para enfermedades como cáncer, enfermedades neurodegenerativas, tuberculososis y HIV entre otras.
Más info:
Artículo «Exosome Explosion» en «The Scientist».
«Webinar» sobre exosomas de Invitogen.
Grupo abierto en Facebook de la Sociedad Internacional de vesículas extracelulares (ISEV).
—
Nota: Esta entrada participa en el XXIV Carnaval de Biología acogido en Pero eso es otra historia… de @Ununcuadio
No hay comentarios