El comienzo del año ha traído, casi como un regalo de reyes, cuatro elementos nuevos a la Tabla Periódica . Los cuatro vienen a completar la fila 7 de la tabla, que aparecía con algunas «mellas».
A pesar de que su aceptación por parte de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada se ha realizado ahora, el descubrimiento de estos nuevos elementos se ha ido produciendo en los últimos veinte años. La complicación principal que ha hecho necesario tanto tiempo para su estudio es el escaso tiempo de vida que tienen antes de desintegrarse en isótopos de elementos más ligeros y desconocidos.
Durante este tiempo, centíficos rusos, japoneses y estadounidenses han trabajado para poder obtener resultados válidos. Concretamente, los elementos 113, 115, 117 y 118, que aún no tienen nombre. Son sintéticos, radiactivos y con una vida tan corta que, en el caso del 118, es de unos milisegundos.
Los descubridores creen que estas investigaciones permitirán conocer mejor cómo funciona el interior de los átomos, lo que tendría un montón de aplicaciones, además de producir en el futuro otros elementos más pesados.
Aún así, la Tabla Periódica – ideada en 1869 por Dimitri Mendeleev – sigue en vigor. Cuando se publicó, la tabla se componía de 63 elementos. Hoy ya tiene 118. ¿Y mañana?
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